¿Son los ácidos grasos de la carne y la leche bovina nocivos para la salud de las personas?
¿Son los ácidos grasos de la carne y la leche bovina nocivos para la salud de las personas?
Authors
Arias Inostroza, Rodrigo
Keim San Martín, Juan
Velásquez Briceño, Alejandro
Vargas Bello Pérez, Einar
Keim San Martín, Juan
Velásquez Briceño, Alejandro
Vargas Bello Pérez, Einar
Authors
Date
Datos de publicación:
10.4067/S0717-75182016000400013
Keywords
Ácido linoleico conjugado - Colesterol
Collections
Abstract
Nutritional recommendations of the past 35-40 years have promoted the reduction of fat intake, calories and particularly saturated fatty acids (SFA), emphasizing lower consumption of red meat and high fat dairy products, because of its association with cardiovascular diseases (CVD), being in turn replaced by sugars and refined carbohydrates. There is consensus that the SFA concentration in blood plasma, particularly palmitic acid, are associated with an increased risk of CVD and heart attacks. However, there is no evidence of causality between CVD and consumption of SFA, raising reasonable doubts about the relationship between consumption of SFA with those present in blood plasma, as well as with the CVD risk. This review presents scientific evidence that demonstrates that the inclusion of fats in the diet, specifically animal fats from ruminants, provide important health benefits for people, especially when accompanied by a reduction in the consumption of carbohydrates. It is also proposed that ruminant products and their fatty acids contribute with beneficial saturated fats for people's health, especially those from pastoral production systems such as vaccenic, rumenic and linolenic acids.
Las recomendaciones nutricionales de los últimos 40 años han promovido la reducción del consumo grasas, calorías y particularmente ácidos grasos saturados (AGS), enfatizando un menor consumo de carnes rojas y productos lácteos altos en materia grasa debido a su asociación con enfermedades cardiovasculares (ECV), siendo reemplazados por azúcares y carbohidratos refinados. Existe consenso en que la concentración de AGS en el plasma sanguíneo, particularmente ácido palmítico, se asocia con un mayor riesgo de ECV y ataques al corazón. Sin embargo, no hay evidencias de causalidad entre ECV y consumo de AGS, planteando dudas razonables sobre la existencia de una relación entre el consumo de AGS con los presentes en el plasma sanguíneo, y con el riesgo de ECV. La presente revisión plantea evidencia científica que demuestra que la incorporación de grasas en la dieta, específicamente grasas de origen animal, aporta importantes beneficios para la salud de las personas, en especial cuando se acompaña de una reducción en el consumo de carbohidratos. Asimismo, se plantea que los productos de rumiantes y sus grasas contribuyen con ácidos grasos beneficiosos para la salud de las personas, en especial aquellos provenientes de sistemas de producción pastoriles como los ácidos vaccénico, ruménico y linolénico.
Las recomendaciones nutricionales de los últimos 40 años han promovido la reducción del consumo grasas, calorías y particularmente ácidos grasos saturados (AGS), enfatizando un menor consumo de carnes rojas y productos lácteos altos en materia grasa debido a su asociación con enfermedades cardiovasculares (ECV), siendo reemplazados por azúcares y carbohidratos refinados. Existe consenso en que la concentración de AGS en el plasma sanguíneo, particularmente ácido palmítico, se asocia con un mayor riesgo de ECV y ataques al corazón. Sin embargo, no hay evidencias de causalidad entre ECV y consumo de AGS, planteando dudas razonables sobre la existencia de una relación entre el consumo de AGS con los presentes en el plasma sanguíneo, y con el riesgo de ECV. La presente revisión plantea evidencia científica que demuestra que la incorporación de grasas en la dieta, específicamente grasas de origen animal, aporta importantes beneficios para la salud de las personas, en especial cuando se acompaña de una reducción en el consumo de carbohidratos. Asimismo, se plantea que los productos de rumiantes y sus grasas contribuyen con ácidos grasos beneficiosos para la salud de las personas, en especial aquellos provenientes de sistemas de producción pastoriles como los ácidos vaccénico, ruménico y linolénico.